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Campaña Chimeneas de Cádiz - Febrero 2011 - IEO # Mensaje 13

(Ampulla criamus) especie endemica en el Golfo de Cádiz ©IEO

Martes 22 de febrero de 2011

Las cosas no han podido ir mejor en el muestreo nocturno con CTD. Han realizado 17 muestreos, todos con éxito y esto, en gran medida, se debe a que el estado de la mar ha sido muy bueno. La noche, espectacular, con luna y cuajadita de estrellas. Una noche en la que se ha trabajado a gusto, aunque con un poco de fresco. Laura y Curro se han retirado cerca de las siete de la mañana y se han cruzado en el comedor con Luismi, siempre operativo, y han aprovechado para charlar sobre los resultados del muestreo de agua.

Desayuno de trabajo. Se presenta el Capitán con la novedad meteorológica del día. “Buenos días, Manolo”, le saluda Luismi con cara jovial al comprobar que hoy se ha presentado antes que él en el desayuno. Para entonces ya se habían retirado Laura y Curro y quedaban ellos dos solos desayunando.  Manuel Riobó analiza la plaza y espera a que de inicio la faena. Luismi se aplica en las diez docenas de tostadas que tiene delante de sí, aprovechando que su mujer, Katy, no le ve desayunar, y despliega todas las herramientas necesarias para untar y cargar los planos de las tostadas con mermelada. Cuchillos, cucharas, platos, tenedores, azúcar, etc., todo perfectamente arranchado. “Y entonces, ¿qué?, ¿cómo está la cosa hoy, Manolo?”. Después de suspender la pregunta en el aire, maniobra por la proa para iniciar el muestreo de las tostadas. El Capitán no se hace esperar en la respuesta y comienza a realizar un ejercicio de erudición meteorológica que deja pasmado al Jefe de Campaña. “Pues hoy, si las cosas no cambian, y no creo que vayan a cambiar, el asunto no va a estar demasiado mal”, responde con la autoridad del que sabe lo que dice. “Entonces, crees que no tendremos que modificar el plan previsto, ¿o sí?”, responde presto Luismi para que no se le derrame la mermelada de la tostada sobre la taza de café. “Pues, hombre, por un lado ya ves y por el otro, ¿qué quieres que te diga?”, responde Manolo cubriéndose las espaldas.

Y en esas cuitas andaban hasta que acabaron de desayunar y subieron al puente. Replanteo de las operaciones a la luz del pronóstico: Marejada del noroeste, viento fuerza 5 por la mañana, por la tarde fuerza 3-4, marejadilla.

¡A trabajar tocan! Escaleras abajo se dirige el Jefe de Campaña ilusionado con la meteorología y con los buenos resultados nocturnos, pero sobre todo, con la barriga llena de tostadas con mermelada que le daban una fuerza titánica necesaria para bregar con la tarea que el IP le había endilgado. A las 08:30 ya estamos con el primer beam trawl en cubierta, esperando a ser analizado. Tenemos una mañana movida y fructífera, tres beam trawls y dos box corer en Anastasya, hay mucho trabajo y sale fauna interesante, indicativa de que la zona es de alta biodiversidad.

El primer beam trawl a 540 metros. Obtenemos un lance no muy abundante pero muy interesante: pulpo, gambas, cangrejos, corales muertos, braquiopodos, y una actinia. Para el segundo lance nos desplazamos a una vertiente del volcán, a profundidad de 568 metros. El resultado son: gambas, pintarroja, escoria de carbón, y restos de esqueletos de corales, caracolas y almejas. Aparece un Cnidario del género Ceriantus.

Atacamos a continuación la depresión norte del volcán. El resultado no nos indica que se incremente la biodiversidad. Arrastramos a 540 metros: pennatulaceos, cigalas, gambas, pulpo, restos de braquiopodos, corales, madera, escorias.

De manera inesperada comienza a arreciar el viento y a refrescar, cosa que no estaba prevista, y que muy probablemente el Capitán sospechaba, de aquí su prudente reserva en el desayuno.  Luismi, con su profundo saber popular comenta: “Febrerillo el loco, u día peor que otro”. Dicho esto, se dispuso a animar al personal para que se abrigara y de esa manera evitar más resfriados. Se arria una draga de caja a 537 metros de profundidad y sacamos fango hemipelágico y varias ofiuras. Volvemos a lanzar la box corer en la depresión del volcán Anastasya, ahora a 566 metros de profundidad, y obtenemos: fango hemipelágico , Goneplax, Spiochaetopterus, que son indicadores de zonas con altas concentraciones de materia orgánica.

El primer turno del almuerzo nos abandona y el trabajo se intensifica durante esa hora. Nos anima el hecho de que, a continuación, seremos los siguientes en el orden manducatorio. Alubias y pulpo son la base del almuerzo de hoy. El noble cefalópodo es un clásico en esta mesa y cada vez que hace acto de presencia en nuestros platos, lo celebramos aplaudiendo como si tuviéramos ocho brazos, y sus correspondientes manos, como el octópodo. La alegría es indescriptible y la parsimonia de su ingesta tampoco se queda atrás. Es bien sabido que el octopus vulgaris, que no tiene nada de vulgar, ha de ingerirse lentamente realizando 40 masticaciones de cada bocado y acompañarlo con tajadas de pan para realizar mejor la digestión. Es muy conveniente y aconsejable, acompañarlo de una copa de vino blanco, aunque también puede ser tinto, afrutado y joven, preferentemente de uva de Alvariño, aunque tampoco le hace feos a un generoso Riveiro.

Con el helado de postre se han espabilado todas las glándulas gustativas y se ha endulzado la cubierta de trabajo. Salimos todos a una a trincar la caja de la siguiente draga. Se clava a 534 metros de profundidad y nos ilustra que la biodiversidad no es muy elevada en este punto. Resulta curiosa la distribución de la biodiversidad en tan cortos espacios. Hay puntos de una riqueza exuberante y, sin embargo, hay otros de una curiosa pobreza faunística. La siguiente draga nos iba a deparar la gran sorpresa del día. Estamos a 457 metros de profundidad en la mismísima cumbre del volcán. Son las 14:39 cuando la draga toca la superficie de la cubierta del barco. Viene repleta de sedimento. Un horroroso olor fétido ya nos pone en antecedentes de lo que vamos a encontrar allí dentro. Algunos no habían visto jamás una cosa así. Los geólogos, expertos en la zona, ya esperaban que esto sucediera y se extrañaban que el asunto se hiciera esperar tanto. Una vez desarmada la caja y presentada en la mesa de trabajo, pudimos comprobar el inmenso universo que allí había. Un auténtico ecosistema extremófilio conformado por especies muy singulares que habría que empezar a separar. El fuerte olor a sulfídrico provocó más de un comentario relativo al efecto aerofágico súbito que provocan las alubias que nos habíamos zampado en el almuerzo. Sin embargo los geólogos sabían la procedencia y la naturaleza de aquellos olores innobles que inundaban la cubierta del barco. Hubo quien se aprovechó del ambiente turbio para liberarse ligeramente de la presión peristáltica provocada por las blanquecinas legumbres.

Después de cada draga, box corer o beam trawl, el jefe de campaña se dirige a José Luís Rueda Ruíz, que entre tarea y tarea le explica a grandes rasgos las particularidades y características de lo que acaba de salir. Jose está ocupado, pero le explica pacientemente a Luismi como se describe la especie, en caso de ser fácilmente identificable, y lo que significa haberla hallado en ese punto en particular. Le explica que esta vez hemos obtenido un bivalvo con bacterias simbiontes asociado a ambientes reductores propios de sedimentos con gas. Queda a la espera de que Sergio Gofas, Profesor de la UMA y especialista en bivalvos, se embarque para determinar su especie. Luego hemos capturado unos decápodos blancos de menos de 2 cm, que viven en galerías en el sedimento de hasta 15 cm. Son Talasinidos, Callanassidae y que no habían salido hasta ahora. Y también hemos obtenidos un ejemplar del Orden Tanaidaceos.

En esta draga se han fotografiado galerías de hasta 20 cm de profundidad. Además, hemos encontrado un nódulo de pirita de 7 gr de peso. La pirita es sulfuro de hierro. Jose es bentólogo, de hecho es el único especialista en ecología bentónica que tiene en estos momentos en el Centro Oceanográfico de Málaga. Jose es de Málaga, y a menudo le entran ataques de risa, incluso a veces se ríe tanto que no le da tiempo ni de decir en voz alta el chiste en el que piensa, y acaba riéndose solo. Es muy educado y divertido. Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Málaga. A la vez que estudiaba, y dado que le interesaba muchisimo la investigación y divulgación de la ecología marina, trabajó en Aula del Mar, una Cooperativa para la educación ambiental, relacionada con el medio marino. Al terminar la carrera, hizo la Tesis de Licenciatura sobre asociaciones de moluscos de la bahía de Barbate; por entonces ya quería especializarse en bentos.

Decidió irse a Holanda donde estudió la fisiología de moluscos y crecimiento de especies comerciales. Volvió a Málaga unos meses y, ante la falta de trabajo y de oportunidades para seguir investigando, decidió irse de nuevo, esta vez a Australia, a la universidad de Queensland. Esta  experiencia que considera muy satisfactoria le permitió conocer un mundo que le ha fascinado. El trabajo que realizaba era a menudo difícil. Tuvo que hacer mucho trabajo de campo en condiciones verdaderamente duras, tanto por el aislamiento como por las condiciones climáticas de la zona en la que trabajaba. Jose tiene un gran interés por estudio del funcionamiento de las comunidades bentónicas, por la ecología, por los patrones de distribución y por el impacto antropogénico, por eso no es de extrañar que guarde un recuerdo especial de sus estudios en manglares o arrecifes coralinos, pues ahí la fauna y flora conviven de una manera muy particular. Tras un año y medio, volvió a Málaga donde empezó el doctorado, centrada en el estudio de praderas de fanerógamas marinas, investigando sobre la interacción entre la fauna y la flora. Mientras tanto, trabajó para diferentes grupos de investigación, colaborando en diversos proyectos. Hizo un doctorado europeo, lo que implica que la tesis sea bilingüe, unos meses en una universidad extranjera, que él hizo en la Universidad de Sapienza, en Roma, bastante papeleo y correctores externos extranjeros. Después de terminar la Tesis, consiguió un contrato post doc en la Universidad de Queensland, en Australia, en la que ya había trabajado, y allí se quedó dos años y medio. Allí trabajó en los efectos del cambio climático sobre especies dominantes en el intermareal rocoso, etc., muy buenos recuerdos guarda. Después pidió una estancia en el IEO y entró en contacto con el Investigador Principal del Proyecto de INDEMARES/CHICA, el Dr. Víctor Díaz-del-Río Español. Lo cierto es que el papeleo desde Australia para presentarse a la plaza de bentólogo que publicitó el IEO, fue muy complicado, pero finalmente consiguió la plaza, y se vino a España. Cuando se termine su contrato con el IEO, no descarta volver a Australia, siempre y cuando no se presente la oportunidad de incorporarse a la plantilla del IEO.

Por la tarde, y después del espectacular muestreo de Anastasya, nos desplazamos al volcán de fango Pipoca. Iniciamos el reconocimiento de su cumbre, a 538 metros de profundidad,  con un box corer que recupera gran cantidad de fango hemipelágico. Nos desplazamos hacia la depresión norte de Pipoca, para realizar un beam trawl a 674 m de profundidad. Pescamos tres tiburones pequeños, algunos decápodos, y sobre todo pennatulaceos. Muy interesante. Iniciamos a continuación otro beam trawl en la depresión noroeste de Pipoca, a 629 m de profundidad. Obtenemos gasterópodos endémicos en el Golfo de Cádiz, Ampulla priamus, corales bambú, varias especies de gorgonias, esponjas Thenea muricata, que forma un tipo de biocenosis.

Cae la noche y la actividad en cubierta cesa, de manera que los científicos se disponen a procesar el acumulo de material que ha ido quedando arrinconado por falta de espacio. Esta tarea se prolongará hasta bien avanzada la noche. Hoy la cantidad de material ha sido verdaderamente ingente y se nota la cara de cansados que tienen todos. Tomás dice que unos mojitos van a levantar el ánimo. La cena, evidentemente nos recompone, particularmente la sopita caliente que Antonio Fernández Iglesias, el Primer Cocinero,  nos ofrece para atemperar el cuerpo cuando abandonamos la cubierta. A las nueve y media tenemos nuestra tercera conferencia a bordo. Es el turno de Jose Luis Rueda, que nos deleita con una charla amena, divulgativa y muy interesante. En la charla nos habla de la confluencia de hábitats y especies entre el mar Mediterráneo y el mar Atlántico, sobre todo en la zona del Golfo de Gibraltar y del Golfo de Cádiz, y de las características de las comunidades de Cnidarios (corales, anémonas), moluscos y crustáceos. La confluencia en las comunidades bentónicas, implica una mayor biodiversidad, una aumento de las interacciones tróficas, poblaciones únicas y endémicas para algunas especies de ámbito europeo, y una zona con una fuerte singularidad frente a otras zonas de Europa, al tener un número mucho mayor de especies. Se estima que hay unas 1.100 especies de moluscos en la zona del Golfo de Cádiz y Mar de Alborán, lo que lógicamente dificulta su identificación. Nos comenta que el impacto antropogénico es muy fuerte en la zona, debido a la construcción, pesca de arrastre y a los flujos marítimos (cada año pasan por el Golfo de Gibraltar de 4.000 a 5.000 petroleros).

Participa José Luís en un proyecto muy interesante, llamado el libro rojo de los invertebrados de Andalucía, que tiene como objeto listar y proponer la protección de las especies más singulares y más amenazadas de la zona. Comenta también que el proyecto INDEMARES tiene tres zonas de interés en la zona de confluencia Atlántico/Mediterráneo: la que nos ocupa (Chimeneas de Cádiz), Seco de los Olivos y la isla de Alborán y sus conos volcánicos. La zona de Chimeneas de Cádiz, frente a otras zonas de INDEMARES, tiene ciertas ventajas e inconvenientes. Como inconvenientes, es una zona muy amplia y dinámica, tiene un alto rango de  profundidad (300 a 1000 metros) y hay mucho fango, lo que dificulta la tarea del tamizado. La identificación de las especies encontradas es complicada, debido al amplio espectro de posibilidades. Como ventajas, hay poca información sobre hábitats bentónico demersales asociados a volcanes de fango y hay muy poco información, por lo cual nuestro trabajo es útil y necesario. Además, tenemos posibilidades de contrastar patrones de distribución de especies de profundidad. En resumidas cuentas, queda aún mucho trabajo por hacer pero todos tenemos mucho interés en cubrir la investigación.

(Publicado 26 Febrero 2011)

Jose Luis Rueda impartiendo su conferencia a bordo ©IEO
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