Salimos de nuevo el lunes 23 de enero, con Juani Álvarez y Yaiza Sistiaga como voluntarios. Si todo sale según lo previsto, terminaremos el día al norte de Lanzarote y haremos noche en La Graciosa. La jornada de hoy nos ha tenido muy ocupados… el tiempo no ha sido todo lo bueno que cabría esperar en función del parte meteorológico, pero tampoco nos ha impedido trabajar en buenas condiciones. La fuerza del viento ha oscilado entre 2 y 3, y aunque Beaufort 3 es el máximo antes de suspender esfuerzo, la dirección del barco compensaba los borreguitos o espumas que se formaban en la superficie del mar. Tanto el viento como las olas han sido de componente NE todo el día, alcanzando el mar de fondo una altura de 1m como máximo. Ha habido 6 avistamientos y todos ellos han sido bastante seguidos en el tiempo, así que casi no nos hemos dado cuenta de si el viento o la mar de fondo aumentaban o no… el cielo ha estado bastante despejado, con una cobertura nubosa del 10%. Por suerte también ha brillado el sol con fuerza, algo que en estos días invernales agradecemos mucho, sobre todo durante los turnos en la torre de avistamientos.

La detección visual del primer cachalote (Physeter macrocephalus) se ha realizado a mediodía pero la embarcación se hallaba en seguimiento acústico desde las 11:30, hora en la que se han empezado a escuchar los clicks a través del hidrófono. Se han fotografiado 15 animales diferentes y aunque se ha intentado conseguir una muestra de alguno de ellos mediante una biopsia, finalmente no ha sido posible. El seguimiento del grupo de cachalotes ha continuado hasta las 16:52 h y en ese intervalo se han avistado otras especies de cetáceos y muchas tortugas. A las 12:03 h se han avistado calderones tropicales (Globicephala macrorhynchus) en varios subgrupos de 7-11 animales y en total, sumándolos todos, se ha estimado que en la área habría unos 55-60 individuos. Se han fotografiado adultos, subadultos, juveniles y crías, aunque ningún neonato. También había varios machos maduros, tan llamativos por su gran tamaño y dimensiones de la aleta dorsal. Los avistamientos siguientes, de delfín común (Delphinus delphis) y delfín moteado (Stenella frontalis) han sido muy rápidos. Se han anotado los datos básicos como tamaño de grupo, clases de edad, actividad, rumbo, reacción… y se han fotografiado los animales para tener constancia del encuentro, pero no son especies objetivo de fotoidentificación individual ni genética. El grupo de delfines comunes era de tamaño medio (aproximadamente 20 individuos) y el de delfines moteados muy pequeño, sólo se han contabilizado 5 animales jóvenes que se han acercado al barco.

Cuando ya caía la tarde y la luz iba haciéndose más escasa (16:54 h) hemos tenido una grata sorpresa: Pseudorca crassidens ¡falsas orcas! Algunos miembros del equipo, entre ellos la redactora de este diario, nunca habían visto esta especie viva en el mar y ha sido realmente agradable poder verla y fotografiarla. Se desplazaban rápidamente y aunque la mayoría eran ajenas al barco, algunos individuos adultos se han acercado a nuestra embarcación y han nadado unos minutos en la estela de la proa. Se ha contabilizado un mínimo de 20 animales, incluidas varias crías. Durante todo el avistamiento se ha estado grabando el increíble y variado repertorio de clicks y silbidos de esta especie. Una maravilla. Al mismo tiempo que se fotografiaba a las falsas orcas se ha avistado un grupo pequeño de delfines mulares, de hecho los investigadores tenemos la sospecha que las aletas de éstos han sido lo primero que se ha visto desde la torre de avistamientos y que con ellos se han confundido en unos primeros instantes a las falsas orcas. Solo se han contabilizado 5 individuos con el mismo rumbo que las falsas orcas, desplazándose a unos 300-400m de ellas. Se han mostrado evasivos con respecto al barco.

El día de trabajo finalmente ha sido muy agradable, pero como nada puede ser perfecto, a última hora del día han comenzado los problemas… El cansancio y la falta total de luz han hecho que la llegada a puerto haya sido un poco desastrosa. Cuando hemos llegado a La Graciosa (22:30 h) no podíamos atracar, primero por falta de sitio y luego por falta de calado. Finalmente y tras muchas dudas y esfuerzos, el Oso Ondo ha terminado amarrado en la rampa del varadero. Una vez atracados el problema ha sido la electricidad, tras unir todos los alargadores del barco, constatamos que aun así nos quedábamos lejos de la toma de tierra más cercana. Con un poco de ayuda de varios lugareños al final lo conseguimos, ¡tenemos luz! Eso sí, olvidaba mencionar que las copias de seguridad de los datos del día nos han tenido en pie hasta la 1:21 h de la madrugada…menos mal que la espera se ha aderezado con una deliciosa tarta de chocolate casera que Juani había escondido en el fondo de la nevera. ¡Cómo nos gustan las voluntarias de La Graciosa!

(Posted February 20, 2012)