Entre los días 17 y 30 de marzo de 2010 se desarrolló la campaña oceanográfica INCOGEO0310, del Instituto Español de Oceanografía, cuyo objetivo era el  levantamiento batimétrico multihaz y el reconocimiento sísmico de alta resolución del escasamente estudiado Banco de la Concepción. Esta zona quedó calificada como candidata a IBA (Important Bird Area) marina en el inventario recientemente publicado Áreas Importantes para la Conservación de las Aves marinas en España, fruto de un proyecto LIFE desarrollado por SEO/BirdLife y co-financiado por el MARM. La dificultad de acceder al Banco y prospectar detalladamente esta agua impidió obtener datos de calidad suficiente como para confirmar la zona como IBA marina.

Por todo ello, un observador de SEO/BirdLife participó en la presente campaña con objeto de obtener información pormenorizada de las aves marinas que utilizan este enclave en primavera. Dadas las características del barco (Vizconde de Eza) y el plan de trabajo, basado en la navegación a velocidad y rumbo constante para realizar el levantamiento batimétrico, la campaña resultó ideal para la realización de censos en transecto de aves marinas. Así, se realizaron censos tanto en el área de estudio como en el trayecto de ida desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife a Lanzarote. Además, como complemento, se anotaron todas las observaciones de tortugas y cetáceos.

En general las condiciones del mar fueron buenas, aunque hubo varios momentos puntuales en los que el oleaje y el viento desaconsejó acceder a la zona de trabajo, situada en la cubierta exterior del puente de mando. En total se censó a lo largo de 547 millas náuticas, cubriendo una superficie de unos 602 km2 y empleando un tiempo de censo efectivo de 58,3 horas.

De las 14 especies de aves marinas observadas, destacó claramente por su número la pardela cenicienta, que representó casi el 90 % del total de ejemplares contabilizados. Este dato pone de manifiesto la importancia de la zona para esta especie. Otras especies que destacaron por su abundancia fueron el charrán patinegro y el paíño pechialbo, si bien hay que tener en cuenta que la mayoría de observaciones de esta última se realizó durante la navegación hacia el Banco. De hecho es remarcable el bajo número de ejemplares de paíño pechialbo detectados estrictamente en aguas del Banco, al igual que ocurre con otras de las especies objetivo (pardela chica y paíño de Madeira). Otras especies, como el petrel de Bulwer (del que sólo se observó un ejemplar cerca de Tenerife) y el paíño común, podrían alimentarse en estas aguas en los meses veraniegos, coincidiendo con su periodo reproductor en Canarias.

Según los censos realizados, los cetáceos están representados en el banco por al menos seis especies, entre las que destacan por su abundancia tres especies de delfines (moteado, mular y común) y en menor medida también los calderones tropicales que utilizan las zonas adyacentes al banco. Cierran la lista de cetáceos el cachalote y tres ejemplares de rorcual (Balaenoptera sp.) que no se pudieron identificar a nivel específico. A todo esto hay que añadir varios ejemplares de calderón gris observados al noroeste de Tenerife fuera del área de estudio y otros 14 ejemplares de tortuga boba en las aguas objeto de estudio.

De forma preliminar se vislumbra la importancia de la zona para la pardela cenicienta, constándose también la presencia de varias especies de cetáceos y tortugas. En el caso de los cetáceos cabe remarcar la presencia en buen número de delfín mular, ya que se trata de una de las dos únicas especies de cetáceos españoles incluida en el Anexo II de la Directiva Hábitats. Todos estos valores respaldan la inclusión de la zona como candidata a IBA marina y a espacio Red Natura 2000 (ZEPA y LIC), por lo que es importante continuar con las prospecciones para acabar de perfilar la importancia de la zona, y completar la información sobre aves, cetáceos y tortugas que utilizan la zona en otras épocas del año.