La campaña se realizo del 12 al 24 de mayo de 2010, con los objetivos de caracterizar de forma detallada los patrones de actividad y los movimientos de la gaviota de Audouin en esta zona, y su interacción con las actividades humanas. El marcaje se realizó en la colonia de gaviota de Audouin (Larus audouinii) de la Punta de la Banya, en el Delta del Ebro coincidiendo con el final del periodo de incubación.

Se emplearon registradores de GPS por primera vez en la gaviota de Audouin, gracias a la creciente miniaturización de este tipo de dispositivos. En concreto se emplearon registradores GPS de 15 g, deEarth&OCEAN technologies.
La campaña se planteó como un estudio piloto, pues implicaba varios aspectos novedosos que podían conllevar problemas:
(1) Se requiere la recaptura de las aves para recuperar los aparatos, lo que podría ser un condicionante en el caso de las gaviotas de Audouin, que crían en nidos al descubierto y con la ayuda de trampas. No existían experiencias previas de recaptura, y bien podía ser que las aves capturadas una primera vez fueran reacias a entrar una segunda vez en la trampa.
(2) Para este tipo de marcaje se requería un sistema de anclaje que fuera rápido y fácil de quitar, y por tanto los arneses no parecían la mejor solución. Se optó por probar con cinta TESA, como con las pardelas, pero las plumas del dorso de las  gaviotas son más cortas y el marcaje podía ser más problemático.
(3) Los aparatos eran novedosos, y existían muy pocas experiencias previas con ellos (GPS de 15g).
En esta primera campaña se utilizaron 10 registradores de GPS, con los que se marcó a las gaviotas de Audouin durante su periodo de incubación. El anclaje del dispositivo se realizó con cinta TESA en las plumas del dorso del ave. Para facilitar la recuperación de los emisores en caso de pérdida dentro de la colonia, se colocó un trozo de cinta reflectante. Los GPS se programaron para que grabaran una posición cada 10 minutos, sin que se apagaran si perdían la cobertura.

Además del GPS, cada gaviota se marcó tanto con anilla metálica de PVC con un código alfanumérico que permite su identificación individual.
Las aves marcadas (adultos reproductores) se capturaron en el nido con cajas trampa de caída.

En total se marcaron 12 ejemplares en 3 núcleos distintos, 10 en una primera ronda y otros 2 en una segunda ronda. De éstos, 11 ejemplares se pudieron recapturar.
De los 11 ejemplares recuperados, 4 aportaron datos de gran valor sobre sus movimientos y ritmos de actividad. Otros 3 ejemplares volvieron con el GPS sin datos por un problema de programación, y 4 aves perdieron el emisor antes de ser recapturados. Los dos emisores que funcionaron correctamente en la primera ronda son los que se reutilizaron en la segunda ronda, con éxito.
Los 4 registradores que funcionaron correctamente aportaron un total de 3.236 localizaciones.
Cabe resaltar el alto grado de especialización de los individuos marcados: el tipo de viajes varió considerablemente entre los distintos ejemplares, a la vez que fueron bastante homogéneos para cada individuo. De hecho cada uno de los ejemplares mostró una estrategia particular, y también mostraron diferencias en cuanto a los ritmos de actividad.
Por último, es interesante resaltar la concordancia entre las diferentes estrategias de alimentación de las aves marcadas y los niveles de isótopos que mostraron en sangre (que son un buen indicador de la dieta).