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Campañas de marcaje de charrán común (2012) – GLS Delta del Ebro - SEO/BirdLife
El objetivo principal de esta campaña fué ampliar la información conocida sobre los patrones de movimiento y actividad de las aves marinas tanto durante toda la estación reproductora como fuera de ésta. Específicamente en la campaña, se analizó la información obtenida tras la recaptura de las aves instrumentadas que permitió conocer el uso de medio marino a lo largo del período reproductor y durante la invernada, además de la estrategia migratoria y su exposición a amenazas como la contaminación o las pesquerías. De esta manera, en 2012 se realizó el trabajo necesario para recuperar el mayor número posible de aparatos colocados en 2011 en petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii), pardela cenicienta y en charrán común (Sterna hirundo), especies en la que se colocaron geolocalizadores en 2011. Paralelamente se colocaron geolocalizadores en petrel de Bulwer y pardela cenicienta.
Se utilizaron geolocalizadores por niveles de luz son data-loggers capaces de registrar su posición geográfica gracias a la luz solar, desarrollados por el British Antartic Survey. Los niveles de luz registrados permiten, previa calibración del aparato antes de su colocación en el ave, determinar la posición geográfica del animal para cada día de seguimiento, ya que cada localización tiene una combinación única de hora de alba y ocaso (que permite estimar la longitud geográfica) y de duración del día y de la noche (que permite estimar la latitud) (Ekstrom, 2004). Por otra parte, el registro de la conductividad por medio de los pins indica si el aparato está en contacto con agua salobre o no, por lo que en el caso de aves estrictamente marinas como las pardelas puede saberse la actividad del ave en cada momento (posada sobre el agua, volando, o en el interior del nido). De esta forma, la propia biología de las aves permite deducir la actividad de cada animal a través de la información recogida por los GLS. Sin embargo, frente a las ventajas presentadas, estos aparatos también presentan algunos inconvenientes. Por un lado, es necesario recapturar al animal al año siguiente (o varios años después), ya que los geolocalizadores sólo almacenan la información y no la envían. Y, por otro, la resolución de las posiciones geográficas obtenidas es relativamente baja.
De esta especie se marcaron 26 ejemplares en varias colonias (Fangar, Riet Vell y Llagostins) del Delta del Ebro en 2011. Durante 2012 las mismas colonias de cría fueron seguidas en busca de ejemplares marcados. Se dio una tasa de recuperación particularmente baja. Finalmente se recuperaron dos aparatos, ambos con datos, aunque es necesario comentar que se localizaron otros individuos que portaban la anilla plástica pero el geolocalizador se había desprendido. Este hecho estaría indicando que el problema ha radicado en el sistema de anclaje, y que a pesar de todo, el método no ha tenido efectos negativos sobre los animales al haber retornado éstos a las colonias de cría. Sería necesario por tanto mejorar el método de anclaje antes de volver a aplicar esta tecnología con la especie.