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Seco de los Olivos - OCEANA II
La campaña se realizó a bordo del catamarán Oceana Ranger del 7 de julio al 8 de agosto de 2011. Esta campaña tuvo dos objetivos (1) realizar muestreos mediante ROV y dragas en zonas aún no documentadas, zonas profundas, completando la información ya disponible sobre especies y hábitats presentes. (2) realizar nuevas inmersiones en zonas ya visitadas durante la campaña de 2010 incrementando la información disponible y realizándose de nuevo inmersiones en las áreas con presencia de arrecifes de corales blancos de profundidad o los fondos de gorgonias bambú y otras gorgonias de profundidad. Para todo ello se realizaron inmersiones de ROV y de submarinistas y se utilizaron dragas.
Los fondos batiales presentan una riqueza de comunidades que necesitan de una distinción más concreta, al mismo tiempo que exigen una interpretación más amplia. Por ejemplo, los fangos batiales pueden presentar varias comunidades, que habitualmente son tenidas por distintas, conviviendo en el mismo espacio, o lugares con dominancia de unas determinadas especies animales que marcan claramente el lugar (i.e. Lanice conchilega y Kophobelemnon stelliferum entre otras, o con gran abundancia de especies vágiles, como los equinodermos). Todas ellas enriquecen el listado de hábitats europeos hasta ahora reconocidos.
Como se indica a continuación, el seco de los Olivos, por el hecho de ser una elevación submarina, ya tiene de por sí interés y, según la Directiva Hábitats, todo él podría incluirse perfectamente dentro del tipo de hábitat “1170 arrecifes”. Y es que según demuestran los estudios realizados por el Instituto Español de Oceanografía, más del 30% del área propuesta para su protección está compuesta por roca aflorante o subaflorante. La amplia gama batimétrica de estas elevaciones permite el asentamiento de comunidades algales esciáfilas, como los fondos coralígenos, así como otras de áreas batiales, como los corales blancos, sin olvidar su importancia pelágica y en la columna de agua.
Como se podrá apreciar en la descripción de estas comunidades, algunas de ellas son reconocidas como hábitats vulnerables, sensibles o esenciales; por ejemplo, las “nurseries” de merluza (Merluccius merluccius), los arrecifes de corales blancos, los fondos blandos con antozoos como Isidella elongata y Funiculina quadrangularis, las concentraciones de crinoideos (Leptometra sp.) o las concreciones coralígenas y campos de rodolitos.