La SECAC retoma las campañas tras un verano ventoso con mala mar. Hemos ampliado el área de muestreo incluyendo la costa oriental de la isla de Lanzarote y el resto del oriente de Fuerteventura, dada su importancia ecológica y biológica para los cetáceos dentro del proyecto INDEMARES. También estrenamos patrón, Santiago Quintana “Chago”, gran conocedor de los cetáceos y patrón en campañas de investigación desde hace más 20 años.

Así, y aprovechando que el jueves 15 la mar nos dio una tregua, continuamos el estudio saliendo del puerto deportivo de Puerto Calero.

A las 8.30 h ya estaba el equipo y los voluntarios en el Oso Ondo. Tras preparar el material fotográfico, las fichas de esfuerzo y avistamientos, los programas informáticos y el hidrófono, así como el material para tomas de biopsias, salimos del puerto hacia un transecto rumbo Este.

Durante las primeras horas de la mañana hasta las 12.00 h las condiciones han resultado muy buenas para los avistamientos. Brisa leve (fuerza 1) del este y unas pequeñas olas de mar de fondo que no superaban los 50 cm, también de componente este. Una leve calima lejana en el horizonte que no impidió disfrutar de una visibilidad óptima (>5 millas náuticas). A medida que ha ido avanzando el día se ha levantado el viento hasta fuerza 3, con lo cual la superficie del mar se ha llenado de crestas y olas que han disminuido la capacidad de detección de cetáceos, llegando a media tarde a tener una detectabilidad pobre.

Cuando el Oso Ondo supera la batimétrica de los 200m lanzamos el hidrófono. Mónica Pérez, la responsable de la campaña, se encarga de realizar el seguimiento acústico de los animales. Varios son los grupos de delfínidos detectados a lo largo del día, ningún cachalote.

En la búsqueda visual tuvimos nuestro primer avistamiento del día a las dos horas de comenzar el esfuerzo, varios rorcuales tropicales (Balaenoptera edeni) dispersos entre ellos en un área de unas 5 millas cuadradas. Todos evasivos con largas inmersiones, permaneciendo omnidireccionales en la zona, probablemente alimentándose en profundidad dada la abundancia de carnada que fuimos avistando en el área durante toda la mañana. Únicamente conseguimos acercarnos lo suficiente para que los animales fueran fotoidentificados, sin embargo la toma de biopsias (para análisis genéticos, tóxicos y tróficos) resultó imposible.

Mientras el equipo se encontraba atento de los evasivos rorcuales apareció un pequeño grupo de Zifios de Cuvier (Ziphius cavirostris) a lo lejos. Por supuesto nos dirigimos hacia ellos y como es costumbre, dado el comportamiento de inmersión de estos animales, tras un par de minutos en superficie los dos animales se sumergen. Ya es sabido que las inmersiones pueden ser de dos tipos en función de la actividad de los animales, inmersión corta de 15 a 25 minutos a media profundidad e inmersiones largas de 60-100 minutos para inmersiones profundas. En este grupo realizamos tres esperas cortas, de entre 17 y 22 minutos, durante una de las cuales volvimos a avistar los rorcuales. Los zifios se dieron por perdidos tras la tercera espera, por lo que el barco retomó el transecto original de esfuerzo.

A última hora de la tarde ya de vuelta al puerto, se acercaron al barco varios delfines moteados (Stenella frontalis) de 4 a 6 ejemplares entre adultos y subadultos, permaneciendo durante unos minutos surfeando en la estela de la proa. No se fotografiaron debido a la falta de luz, no obstante el comportamiento acústico realizado junto al barco fue claramente registrado.

Además de estas especies de cetáceos, se avistaron numerosas tortugas bobas (Caretta caretta). Hacía tiempo que no se veía un número tan alto en tan poco tiempo en la misma área, más de 15 a lo largo de una línea de deriva y durante algo más de una hora. Todas sanas y relativamente activas, de tamaños muy variados.

También pudimos ver varias especies de aves marinas, las últimas pardelas cenicientas de la época (Calonectris diomedea) antes de migrar, petreles de Bulwer (Bulweria bulwerii), charranes comunes (Sterna hirundo) y numerosas pardelas chicas (Puffinus assimilis) en clara migración hacia el sur, tanto animales aislados como grupos de más de 10 animales.

Llegamos a Puerto Calero a las 22:00h, el día siguiente barrunta viento y trasladamos el material de nuevo a tierra. Por las previsiones meteorológicas no esperamos volver a salir antes de una semana y, probablemente dentro de 15 días: objetivo Fuerteventura.

(Posted September 19, 2011)