Señales del pasado 

Si bien el nivel del mar del Mediterráneo ha variado a lo largo de sus últimos 5 millones de años, el nivel actual ha sido precedido por niveles muy cercanos al del presente, entre los 90 y los 120 metros de profundidad. Si este nivel relicto se mantuvo constante durante suficiente tiempo deben haber quedado estructuras morfológicas en el sustrato que hoy podríamos detectar en los fondos submarinos, si es que no han sido erosionados o recubiertos por procesos sedimentarios.  

La localización de estas estructuras relictas es de gran importancia porque son las evidencias de procesos que pueden explicar la formación de la línea de costa actual, como la extensión de las playas, etc. Durante esta campaña y gracias sobre todo al trabajo en colaboración con el geólogo marino Claudio Lo Iacono, pudimos identificar estas estructuras que se corresponden con las marcas del último nivel del mar en la zona antes del actual.

Como se aprecian en la imagen, este límite (flechas rojas) lo marcan unas barras rocosas de naturaleza biogénica, esto es, formadas por esqueletos y actividad de los organismos. Las zonas más al sur o al norte del Cap de Creus se han erosionado o cubierto por las arenas de las playas. Estas barras son además, ejemplos de comunidades coralígenas de profundidad con una rica fauna de gorgonias, poliquetos, esponjas, etc.  

Utilizando técnicas cartográficas específicas para el fondo, a una mayor profundidad y asociados a la zona alta del cañón del Cap de Creus encontramos unas alteraciones del fondo en forma de una pequeña barra o promontorios. La posible importancia de esta zona motivó una de las inmersiones con el submarino JAGO. Debajo de estas líneas se puede ver el modelo tridimensional de la zona alta de la pared sur del cañón.

Durante la inmersión pudimos comprobar que estos promontorios se asemejan a los arrecifes de poliquetos serpúlidos que normalmente crecen en la línea de costa. Se podría decir que son arrecifes subfósiles (en proceso de fosilización) ya que la estructura calcárea está formada por tubos de poliquetos muertos y sus orificios y espacios rellenados por sedimento y otros restos orgánicos. Arrecifes costeros como estos recuerdan a los que podemos ver de algas calcáreas en la misma zona o también de poliquetos que conforman tubos calcáreos en zonas como en el litoral de Castellón. En las imágenes se puede ver la muestra que recogimos de este “arrecife” para ser estudiada en nuestro laboratorio.

Este hallazgo es de gran importancia para el estudio histórico de la zona y además por haberse preservado pese a que se trata de un área con una intensa actividad de los arrastreros, que podrían borrar esta huella del pasado.

(Posted October 3, 2010)