“Puntos calientes” de biodiversidad

Los “puntos calientes” –expresión que no es más que una traducción literal del concepto ampliamente difundido en inglés conocido como hot spot- son los lugares o zonas donde la biodiversidad es muy alta, tanto en comparación con los alrededores como con zonasbastante alejadas.

Con los estudios realizados tanto en el marco del proyecto INDEMARES como en otros estudios previos, se puede afirmar que la franja costera y la plataforma del área del Cap de Creus cuenta con uno de los niveles de diversidad biológica más elevados del Mediterráneo. Este hecho está en consonancia con su pertenencia geográfica a la región del Mediterráneo Noroccidental, una de las regiones más estudiadas y que se conoce desde hace décadas por su elevada biodiversidad.

Las causas generales de este fenómeno de alta diversidad se conocen también desde hace tiempo y tienen que ver tanto con la elevada producción biológica, con un hidrodinamismo continuado e intenso, con la mezcla estacional de aguas superficiales y de profundidad y una gran variedad de estructuras geomorfológicas en el fondo marino que proporcionan una gran diversidad de hábitats.

Los nuevos hábitats asociados a la concentración de especies que se han descubierto y estudiado durante la última campaña, tras la prospección de nuevas zonas sobre las que no habíamos trabajado anteriormente, corroboran tanto la diversidad de hábitats como de especies en la zona. Y este descubrimiento de nuevos hábitats y comunidades poco estudiadas en otras zonas del Mediterráneo se debe tanto al uso que hacemos de la tecnología más actual -que no se han aplicado en otras zonas del Mediterráneo- como a que la zona presenta signos de estar mejor conservada que otras zonas del Océano Atlántico. Además un factor que sin duda contribuye a favorecer la conservación es la climatología local dominada por fuertes vientos de Norte y lo abrupto del fondo ha dificultado la explotación pesquera de la zona. Todo este conjunto de circunstancias ayudan a comprender porqué que el área del Cap de Creus es una de las prioritarias para su conservación y porqué que reúne características únicas en el Mediterráneo.

El estudio que se está llevando a cabo en el ámbito del proyecto INDEMARES cuenta con la extraordinaria colaboración de varios de los mejores expertos en biodiversidad mediterránea. Científicos del nivel como Iosune Uriz, Mikel Zabala, Pablo J. López, Ana Sabatés, Rafael Sardá, Momtserrat Ramón, Pere Abelló y Teresa Madurell, garantizan el resultado de las identificaciones de las muestras y una aproximación objetiva y exhaustiva al conocimiento de la biodiversidad de la zona. Para comprender el funcionamiento de los ecosistemas y encontrar explicación a diversos factores ecológicos en la actualidad son frecuentes aproximaciones basadas en modelos. Pero se ha proceder con cautela ante los resultados que se están presentando. De hecho, algunos resultan más especulativos que explicativos –en el fondo un modelo arroja unos resultados u otros en función de la variedad y calidad de la información con la que se alimenta- y se presentan como novedades hechos ya conocidos desde hace décadas, muchas veces inferidos a partir de una sencilla observación naturalística. Contar con una aproximación objetiva y sólida, basada en muestreos extensivos y en las medidas de los factores ambientales tomados in situ y que permita comprender y explicar las causas de la alta diversidad biológica del área del Cap de Creus es fundamental para este proyecto.

La carencia de series temporales, de datos que permitan comprender cómo ha sido la evolución de una zona a lo largo del tiempo es otro de los factores que más pueden limitar los estudios de ecología, sobre todo aquéllos destinados a la conservación. Sobre todo si se quiere comprender la evolución ecológica de los sistemas en un área y si es necesario plantear diferentes escenarios de gestión. En este sentido, Cap de Creus presenta también una situación bastante excepcional. En 1972, Desbruyeres y coautores realizaron un excelente trabajo que nos permitirá comprobar las posibles variaciones que han ocurrido a lo largo de estos años en la composición de la biodiversidad, en concreto de las comunidades de fondos blandos. Este estudio es la base del excelente trabajo que está realizando uno de los jóvenes investigadores del proyecto, Juan Pablo Lozoya, en uno de los pocos estudios detallados existentes que comprueben las variaciones ocurridas a lo largo de décadas en una de las áreas más relevantes en biodiversidad del Mediterráneo.

(Posted October 9, 2010)