Mensaje 7

Con la satisfacción de las excelentes condiciones de tiempo se emprenden las actividades del día con ganas a pesar del cansancio acumulado de los días previos de campaña. El estado del mar es idóneo para los trabajos con ROV. Las primeras inmersiones se centran en la parte alta de la pared sur del cañón donde las comunidades están dominadas por pennatuláceos, alcionarios, holoturias y poliquetos. Son fondos sedimentarios pero debido a las corrientes constantes de fondo, las partículas son transportadas hacia el interior del cañón hecho que permite que estos organismos proliferen sin llegar ser enterrados por el sedimento. Estas corrientes son las que al mismo tiempo transportan el alimento para que estos organismos suspensívoros lleguen a alcanzar poblaciones muy densas.

Aprovechando la bonanza se han fondeado los instrumentos acústicos de nuestros compañeros que trabajan con cetáceos. Estos fondeos incorporan sistemas electrónicos que registran sonidos y de entre ellos extraerán los relacionados con los emitidos por las especies de cetáceos. Durante unos días, estos instrumentos se quedarán a unos 30 metros de profundidad y antes de acabar la campaña los recogeremos. Después de los fondeos seguimos con las inmersiones de ROV en la misma zona del cañón aunque algo más al sur para completar la inspección de la pared. En las imágenes podemos observar que siguen dominadas por el mismo tipo de organismos de la zona más al norte pero en general la riqueza de especies macroscópicas (que se pueden identificar a simple vista) es mayor.

Más adelante seguimos las filmaciones en una zona más cercana a la costa y en esta descubrimos un campo de gorgónias espléndido. Estas colonias crecen sobre barras de roca ligeramente cubiertas de sedimento y a menor profundidad, unos 90 metros. La proximidad a la costa y la presencia de roca quizás hayan evitado su destrucción por las redes de arrastre como hemos podido constatar que así ha sido en otras zonas de la zona media de la plataforma entre la costa y el cañón. La presencia de colonias más pequeñas, reclutadas posiblemente hace pocos años, de muy pocas o casi ninguna de grandes, de la presencia de especies de pennatuláceos separados de más de 10 o 20 metros, además de escasez de algunas de las especies macroscópicas ya mencionadas son señales evidentes de destrucción por arrastre. A pesar de ello podemos constatar que una gran parte de la zona estudiada durante la campaña se encuentra en un estado de conservación suficiente para que si ahora se protegiese, podría recuperarse en muy pocas décadas.

La jornada acaba con una draga a 620 m de profundidad dentro del cañón en la que hemos recogido sorprendentemente una rica fauna de poliquetos y otras dragas a unos 174 m pero que no han funcionado debido muy probablemente a la densidad de cascajo y restos calcáreos de organismos que impiden que la draga se cierre bien. Con ello el sedimento capturado se va perdiendo conforme la draga es izada a bordo.

(publicado 28 Septiembre 2009)