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Chimeneas de Cádiz Campaign - April 2012 - IEO # Message 11
Jueves, 19 de abril de 2012
Cada día que pasa me sorprende más el espectáculo que me encuentro al entrar en el comedor y toparme con el "monstruo de las galletas" desayunando su Cola Cao calentito con la correspondiente dosis de galletas. Todos conocemos, de antiguo, su inquebrantable apego a las galletas, pero lo que todavía me sorprende es el cariño con el que las trata y el minucioso detalle con el que las dispone frente a la taza, en perfecta formación, envueltas en su envase de papel celofán trasparente. Es muy curioso ver como las agrupa en geométricas columnas galleteras, como si fueran fichas de pocker sobre una mesa de juego, y luego las gestiona una a una sin romper la formación. Sorbo de Cola Cao, y columna de galletas que se atiza para el cuerpo humano, nuevo sorbo de Cola Cao, y se arría en banda otra torre. Torre tras torre van desapareciendo las galletas del campo de batalla al tiempo que a nuestro estratega se le va alegrando el semblante. Así actúa hasta que desaparecen de su vista "La Cuatro Torres" que agrupa frente a él cada mañana. Yo creo que nuestro colega se ha quedado tan absorto con la trilogía de Tolkien que solamente ve castillos con cuatro torres que hay que devorar. ¡Un artista! Bueno, lo que tiene de devorador de galletas también lo tiene de currante empedernido. El día, para él, se compone de tantas horas como sean necesarias para realizar el trabajo que se presente. ¿Cómo no animarse con colegas de este porte?
Hoy me temo que el cocinero, Germán Piñeiro Vázquez, se va a tener que esmerar porque el meneo que esta experimentando el barco a esta hora de la mañana, es de esos que mantiene el apetito abierto durante todo el día. Así que hoy toca engordar. Para ello, Germán no pone ningún tipo de obstáculos. La magnífica y espaciosa cocina en la que trabaja, da oportunidad para elaborar los platos más sofisticados, incluso en condiciones de mala mar. Ya veremos qué es lo que cae hoy encima de la mesa, pero conociendo a Germán, seguro que será algo contundente. Desde luego, a la hora que escribo, ya están ascendiendo desde la cocina los apetitosos olorcillos a sofrito hasta inundar los laboratorios que se encuentran en la cubierta principal. Más de uno ya se ha echado escaleras abajo a tomarse un bocadillo ante la abundante segregación de jugos gástricos de la que estaba siendo víctima.
Se inicia una hipotética partida de Parchís sobre un tablero en el que las cuatro esquinas las ocupan otros tantos relieves intrigantes que tenemos que visitar. El dado de Anastasya, que representa también al fragmento de Dorsal Diapírica que tiene a su lado, ha caído en el seis, por lo que tira de nuevo. Y esa misma suerte parece que es lo que ha sucedido con nuestro primer lance. La magnífica suerte que hemos tenido en este primer barrido con VOR APHIA 2012, es similar a la que, en el Parchís, te permite adelantar hasta tres veces seis casillas. Eso es empezar con buen pie, a pesar de que el viento no nos auguraba nada bueno a primera hora de la mañana.
Las impresionantes imágenes de video grabadas por nuestra Currita, nos muestran unos afloramientos al sur de Anastasya, en el flanco norte de la Dorsal Diapírica del Guadalquivir, que nos hacen comprender la complejidad del conjunto. Se trata de una amalgama de rocas estratificadas, algunas veces con un aspecto cavernoso, de tonos muy oscuros, muy fracturada y en ocasiones desplazada en el seno de la matriz margosa que la empasta, aspecto que la hace verdaderamente interesante. Siempre nos ha parecido, por la morfología de los relieves de la Dorsal Diapírica, que el conjunto era fundamentalmente margoso, pero lo ahora visto nos pone de manifiesto que la composición es mucho más compleja de lo que creíamos. Tiene, además, mucha fauna incrustante y, lo que es aún más curioso, su cumbre está dominada por copiosos sedimentos con abundantes campos de ondas. Para mayor sorpresa, hemos tirado una box corer y nos ha salido brecha fangosa, o sea, que se trata del depósito que caracteriza a los volcanes de fango. Entonces creemos que estamos en una situación similar a la que, en el año 2001, encontramos en la Fila de Hormigas, donde las cumbres de los dipairos están ocupadas por pequeños volcanes de fango completamente cubiertos de chimeneas carbonatadas y fragmentos de enlosados. Esta debe de ser también la situación en este punto. El característico hábitat 1180.
Nos desplazamos hacia el volcán de fango Anastasya y volvemos a tirar el dado. Triunfo absoluto. Cuando recuperamos la draga que hemos dejado reposar sobre la misma cumbre del volcán nos quedamos asombrados de la naturaleza fangosa del depósito. Los niveles del potencial redox que ya conocíamos por medio de anteriores muestreos, se superan en esta nueva muestra. Alcanzan los -200mV en superficie mientras que a los 15cm de profundidad el valor es de -400mV. El ambiente tan reductor que existe en el interior de estos sedimentos de tono grisáceo es tan intenso que a penas encontramos fauna que lo resista. Es un mezcla de consorcios de bacterias con fango con un fortísimo olor a sulfídrico, tan fuerte que penetra por nuestras narices produciendo un intenso escozor. Encontramos sedimentos con abundantes microláminas de pirita formando agregados en maclas, así como nódulos de pirita de variados tamaños. La emoción que ha producido este hallazgo se refleja en la alegría de las caras de los científicos. Parece como si el cansancio de la jornada hubiera desaparecido.
Es ya media tarde y tenemos que suspender las actividades pues el viento ya está haciendo de las suyas. Nos tenemos que quedar a la capa y aguantar la fuerte marejada que se nos ha echado encima. Es viento racheado, según dicen los meteorólogos, pero nos deja sin capacidad de operar durante varias horas. Aguantamos en la mar porque sabemos que es pasajero, de lo contrario hubiéramos salido disparados para puerto porque esto no hay quien lo resista mucho tiempo. La pobre Tatiana Oporto se ha quedado un poco indispuesta, pero no llega a marearse del todo. Ha tomado medidas precautorias y está convencida de que, en la posición en la que se encuentra, puede resistir la destemplanza del cuerpo y aguantar hasta que se calme la mar. La eficiente Bióloga Oporto, que ha dado claras muestras de profesionalidad desde el día que se embarcó, ha quedado atrapada en la denominada “posición del aguilucho". Permanece casi inmóvil, sentada sobre una de las cajas del laboratorio húmedo, donde las puertas están abiertas hacia la cubierta y así entra el aire, con las piernas replegadas sobre su cuerpo y los pies descansando sobre la misma tapa de la caja. Sus brazos abrazan las piernas y la barbilla la deja reposar sobre sus rodillas y así permanece casi estática, recostada sobre un borde de la pila de lavado de sedimentos. Callada, pero con la carita esbozando una sonrisa forzada como queriendo decir: "estoy fatal, pero me aguanto". Mientras tanto Melo González, que sabe de qué va este asunto, pues no en vano ha navegado por mares mucho más bravos que el Golfo de Cádiz, se dedica a engullir bocadillo tras bocadillo para tener el estómago lleno y así no caer en un desequilibrio somático fortuito. Este es el "monstruo de los bocatas". Tengo que preguntarle cual es la película con la que se identifica y que le dejó de por vida "la marca del bocata".
Pasadas tres horas a la capa, y viendo que la mar se calmaba un poco y el viento amainaba, retomamos los trabajos en el laboratorio de acústica e iniciamos los barridos con multihaz y topas. Realizamos un par de perfiles de sonido y ajustamos la velocidad de propagación de sonido a la zona que vamos a prospectar. A continuación, iniciamos los perfiles nocturnos y el equipo de científicos diurnos se retiró a deliberar con la almohada. Solamente permaneció en pie el Jefe de Campaña, acompañando durante las primeras horas de la noche a los dos noctámbulos encargados de operar con los sistemas acústicos: Gerardo y Dani. Una vez que comprobó que la calidad de recepción era aceptable, aspecto del que se ocupa con pertinaz meticulosidad Daniel Gutiérrez de la Flor, se retiró a descansar tras una jornada agotadora, en la que al cansancio propio de la actividad en cubierta hay que añadir el varapalo al que te somete el efecto de la mala mar sobre tu cuerpo.
(Posted May 9, 2012)