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Chimeneas de Cádiz Campaign - June 2010 - IEO # Message 9

Gaviotas “a terra...”. El empirismo popular nunca se equivoca. El muelle se puso muy concurrido para el lucimiento de las habilidades de los láridos ©IEO

Miércoles, 9 de junio de 2010

Los pronósticos no pueden ser peores. A pesar de ello, nuestro optimismo nos lleva a plantearnos una prospección al resguardo de la costa, en aguas someras, en las que podamos continuar con la localización de los campos de gas relacionados con los depósitos del río Guadalquivir. Cuando nos embarcamos, rodeados por nuestras amigas, que al vernos casi nos hacen la ola, alguien de la tripulación nos dijo que, a pesar de nuestro optimismo, no estaríamos mucho tiempo en la mar. Con el laconismo de un gallego  sentencioso, aseveró: "Gaviotas a terra, mariñeiros a merda". Y diciendo esto, no habló más.

No estaba muy equivocado mi paisano. Una vez que recibimos el bombardeo diario de los láridos, nos hicimos a la mar. Costó trabajo librar el noray de proa sin pringarse con el "guano" que allí se había acumulado. La cochambre es indescriptible. Cuando alcanzamos la entrada de la bahía el viento era ya de 40 nudos. Hacía algo más que despeinar. Con muy buen criterio, y atendiendo las indicaciones del experimentado Capitán, la Jefa de Campaña decidió regresar a puerto y utilizar el día para ir procesando los datos e ir proyectándolos en el GIS, de forma que podamos tener una visión de conjunto de los barridos que hemos realizado hasta el momento. Hay mucho que hacer todavía con los datos, antes de que podamos empezar a estudiarlos con detenimiento. 

Creo que tendremos la oportunidad de disfrutar de un almuerzo bastante más relajado, sin las prisas de tener que regresar inmediatamente al pupitre de los ordenadores. La digestión será más pausada y creo que voy a tener que realizar otro orificio más en el cinturón. Se lo comento a mi asesor de imagen, experto en trovos y natural de la muy noble localidad murciana de Churra, conocido en los ambientes troveros con el alias de "Maroto", quién siempre me habla en "panocho", e inmediatamente me fustiga con uno de sus pareados: 

"La Secretaría General del Mar,
tiene un gran cocinero a bordo,
¡me cachis en la mar!,
que me está poniendo cada día más gordo"

Estamos atracados y trabajamos a bordo, momento que han aprovechado para hacer toda la logística del buque (gas oil, agua, avituallamiento en general), mientras escuchamos caer el agua de la lluvia que probablemente limpie un poco la porquería de esta esquina de la Zona Franca en la que nos ha castigado la Autoridad Portuaria de Cádiz. No me cansaré de repetir, por si acaso alguien todavía no lo ha notado, que estos no son, precisamente, los apoyos que la investigación científica necesita para acercarla al ciudadano que es quien, a la postre, está pagando los gastos derivados de esta actividad. Creo que no es difícil de comprender este asunto, incluso para quien nos ha colocado en este extremo final de la ciudad.

Revisamos los datos y vemos algunos rasgos que nos llaman mucho la atención. Por ejemplo, algo que comentamos ayer a la vista de los registros de TOPAS. La coincidencia de las plumas de turbidez con las acumulaciones de gas, esto es, con la superficie interestratificada que ocupan los diversos campos de gas que estamos descubriendo.

Fijaos en esta magnífica composición que ha realizado el Dr. Luis Miguel Fernández Salas y que está discutiendo con la ilustre Profesora de la Universidad de Cádiz, Dra. Mª Carmen Fernández Puga. Observad las plumas de turbidez que expulsa el río Guadalquivir y que, en la fotografía, aparecen en tono grisáceo formando lenguas superpuestas que se adaptan a la forma que les imponen las corrientes litorales. Estas plumas van cargadas de material (sedimentos y materia orgánica procedente del drenaje a lo largo de la cuenca del río) que queda englobado en la masa de la pluma y que, en función de su peso y de la intensidad de la corriente, va precipitando sobre el fondo marino a medida que la pluma se va desplazando en su recorrido por el litoral. El proceso finaliza cuando la pluma ha perdido toda su carga. Entonces el agua queda limpia, mientras que el fondo queda repleto de los sedimentos que se han ido decantando desde la columna de agua.

Observad esta maravilla de registro sísmico. Tiene de todo, y más. Cuña prodeltaica cargada de gas interestratificado. Superficie basal erosionada sobre la que se ha edificado el depósito cuaternario. Fracturas recientes y escapes de gas a la superficie. Solamente nos falta por comprobar, cosa que haremos en la segunda parte, si se ha formado un hábitat 1180. Hemos de ver que tipo de fauna habita el lugar y si hay substratos rocosos formados por la actividad bacteriana, al consumir el gas metano y facilitar la precipitación de carbonato cálcico. Este proceso genera esa suerte de "bio-roca" sobre la que se asienten comunidades bentónicas de substrato duro. Estas son unas rocas singulares que no están enraizadas; en realidad están dispersas en superficie o bien interestratificadas, allá donde las bacterias han facilitado la precipitación de los carbonatos. Esto es muy interesante, como decía antes, pues de pronto nos damos cuenta que tenemos unas "amigas pequeñitas" en el fondo del mar. Ellas hacen el trabajo sucio, sin contrato ni nada, de transformar el metano en roca. Y así, un problema climático menos. ¿Hay alguien que de más por menos? Generosidad a raudales.

(Posted June 10, 2010)

La desembocadura del río Guadalquivir ofrece el espectáculo de las plumas de turbidez. Transportan una importante carga de material (sedimentos y materia orgánica, principalmente), que es posteriormente depositada sobre el fondo marino ©IEO
Captura de pantalla de la sonda paramétrica. Los niveles de sedimentación gasificada son claramente visibles en la parte izquierda del registro ©IEO
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