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Campaña Chimeneas de Cádiz - Junio 2010 - IEO # Mensaje 10

Navegando a toda máquina hacia el punto de comienzo del perfil, lugar en el que tomaremos datos con el Perfilador de Velocidad de Sonido (PVS) ©IEO

Jueves, 10 de junio de 2010

El cruasán del desayuno, relleno de varios complementos, dulces y/o salados, da vigor a nuestro Grupo de Investigación GEMAR, y se disponen, desde muy temprano, a desplazarse al B/O Emma Bardán para iniciar su jornada científica. Las infidelidades en el quebranto del obligado ayuno nocturno comienzan a aparecer, y nos encontramos que alguno de nosotros ha percibido que el recibimiento que le ha ofrecido, a su regreso, la tarta de manzana ha sido muy frío, particularmente en su interior. El paciente y buen hombre que es, "el hombre tranquilo",  se transformó en iracundo adúltero comensal y, sin contemplación alguna con su anterior acompañante matinal, decidió iniciar relaciones bilaterales con las ensaimadas, ante la gélida mirada de la abandonada tarta de manzana. "¡Ay mi cálida y redondita ensaimadita! ... ¡que gustito me das por la mañanita!", susurraba el granaíno mientras la emprendía a mordiscos con el goloso pastel.

Nos hacemos a la mar a las 08:00 horas, como de costumbre. El interior de la bahía parece estar en calma. Nos avisan por radio que hay abundante tráfico marítimo, para que naveguemos con precaución por la canal de acceso. Esperamos que haya mar de fondo pues la fuerza del viento en el día de ayer alcanzó los 80 km/h. Una barbaridad. Esto habrá removido mucho los depósitos litorales y resuspendido algo de sedimento. Este asunto nos va a obligar a realizar más de un perfil de velocidad de sonido, pues la propagación de los pulsos sonoros frente a la desembocadura del río Guadalquivir será complicada,  debido a la mezcla de aguas y a su viscosidad, que se habrá incrementado por la heterogeneidad de la carga sólida que transporte en suspensión y su irregular distribución en la columna de agua. La AEMET nos adelanta sus previsiones para hoy: viento del oeste fuerza 4 a 5 con intervalos de visibilidad regular por algún aguacero, marejada a fuerte marejada. Esto, en román paladino quiere decir que el barco se va a mover mucho y que, como Milucho nos haga sopa para comer, se nos va a desparramar por encima de la mesa.

Bajo a toda velocidad a la cocina y le pregunto al cocinero: "¿Oiches, Milucho? ¿qué tenemos para el almuerzo?". Su respuesta me tranquilizó de inmediato. "Pues hoy tenemos un arroz negro con choco y gambas, y un estofado de costillas acompañado de un poquito de ensalada". Con la solución al conflicto  alimentario en la mano, me subo a toda prisa al laboratorio sabiendo que no me mancharé los pantalones con la sopa. A lo más, de tinta de calamar. Ya voy comprando quitamanchas.

Por ahora nuestra referencia más inmediata son los perfiles sísmicos (los podemos asemejar a cada una de las tajadas que se hacen cuando se corta  una tarta; así podemos ver de que está compuesto su interior) que tenemos en nuestra base de datos. La conexión en tiempo real que tenemos con el Centro Oceanográfico de Málaga, donde se encuentra el Dr. Juan Tomás Vázquez Garrido, es muy operativa y funcional, pues nos permite ir adecuando la actividad de cada día en función de los resultados que vamos obteniendo y su contraste con los datos que tenemos en las bases digitales. En uno de los perfiles que nos sirve de modelo, podemos observar el gas metano subsuperficial intercalado en los depósitos del río Guadalquivir, en las cercanías del infralitoral, donde vemos los afloramientos rocosos de la roca ostionera, tan característica de las costas gaditanas. En consecuencia, trabajamos en la zona más próxima a la costa, la que hemos señalado en color azul en el gráfico adjunto, entre las localidades de Chipiona y Rota. Ya hemos comentado alguno de los días anteriores, que la importancia del estudio de los escapes de metano es muy grande y tiene aplicaciones que pueden alcanzar a la medicina, al permitir estudiar ecosistemas extremófilos de los que se podrían extraer organismos vivos que proporcionen componentes orgánicos que permitan tratar algunas enfermedades para las que aún no se ha descubierto ningún tratamiento. Esta vía especulativa, ofrece grandes posibilidades y son muchos los países desarrollados que miran hacia el fondo del océano en busca de recursos biogenéticos que puedan tener utilidades en biomedicina. Otro de los retos que hay que contemplar, además del propio conocimiento científico de los ecosistemas marinos, que encierran cerca del 75% de las especies vivas que pueblan el Planeta, es el de las utilidades que podría ofrecer el empleo de bacterias consumidoras de metano, o de cualquier otro gas invernadero, para la protección ambiental o la lucha contra la contaminación marina o atmosférica. De aquí que, los ecosistemas extremófilos (especies que viven en condiciones extremas, ya sea de temperatura, profundidad, ausencia de oxígeno,...etc) se hayan convertido en un objetivo prioritario en todos los programas de investigación científica del mundo desarrollado.

Cuando tomamos los datos del Perfilador de Sonido nos sorprende la subida de más de un grado que tienen las aguas en profundidad (16.9º C), mientras que en superficie permanecen, más o menos, constantes (20.3º C). Por si a alguno de nuestros seguidores le interesa para situarnos en el día de hoy, os doy las coordenadas del punto de muestreo: 36º 46.64´N/6º 40.05´W. La profundidad es 30.15 metros. Hemos corrido las líneas sin grandes dificultades, a pesar del oleaje que nos cogía de través y el barco se balanceaba un poco. Afortunadamente, siendo un buque de moderna construcción, se encuentra preparado para estas circunstancias y el balanceo no ha producido males mayores. Sin embargo, y por desgracia, tuvimos ocasión de presenciar una evacuación con helicóptero, de tres marineros de un buque con bandera turca que habían resultado heridos en un accidente en la mar. Cuando redacto estas líneas, con las noticias en la radio puestas de fondo, escucho decir que uno de los evacuados ha fallecido y los otros dos han quedado hospitalizados. Esto nos da la medida de los riesgos en la mar, a pesar de que las cosas desde tierra parecen mucho más bucólicas y que nuestras expediciones científicas puedan verse, más o menos, como unos cruceros de placer para privilegiados científicos. El trabajo a bordo es arriesgado y tiene sus peligros. El continuo movimiento de la superficie sobre la que trabajamos, la cubierta o el laboratorio, está sometida a los imprevisibles golpes de mar que le propinan las olas, lo que hace que algunas actividades se tornen ciertamente arriesgadas. Como os digo, ver estas escenas en la mar te pone los pelos de punta.

Pues os dejo por hoy, con la promesa de que mañana vuelvo con más información. Deciros que hemos completado 54.7 millas, lo cual os indica las dificultades que hoy ha tenido la navegación que se ve mermada por las condiciones de la mar. A pesar de ello, podemos estar más que satisfechos por los logros conseguidos. Nuestro optimismo compulsivo nos hace desear que llegue pronto la mañana de mañana, para meterle mano a la ensaimada, que siempre se muestra muy generosa para estos menesteres gastronómicos, y luego salir a la mar, para seguir auscultando la superficie del fondo con nuestros estetoscopios geoacústicos. Entre tanto, creo que hoy nos vamos a fustigar el cuerpo con unas crujientes y bien dotadas tortillitas de camarones en la barra de El Faro. Esperamos las instrucciones de la, siempre bien documentada, Jefa de Campaña.

(Publicado 14 Junio 2010)

El buque carguero de bandera turca del que hubo que evacuar a tres marineros. El rescate en la mar de marineros accidentados hace pensar en los riesgos que se corren a bordo. La cruda realidad golpea, de vez en cuando, y nos hace recapacitar sobre las med
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