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Campaña Chimeneas de Cádiz - Junio 2010 - IEO # Mensaje 7
Lunes, 7 de junio de 2010
Abro la ventana del Hotel a las 06:30 de la mañana y vuelvo a sorprenderme de la belleza del paisaje litoral de la ciudad de Cádiz. Amanece y parece que el tiempo va a seguir siendo bueno. Regresamos al desayuno del Hotel TRYP. A las siete en punto, se abrió la puerta de la habitación de Gerardo y, con la mirada de un poseso, se precipitó escaleras abajo con gran excitación, anhelando reencontrarse con ella. Suponía que seguiría allí, donde la había dejado, muy a pesar suyo, cuando tuvo que salir a la mar en misión científica. Confiaba en su estática fidelidad, la que ella le había prometido cuando la tuvo que dejar: "seguiré aquí, Gerardo de mi vida, esperándote a que regreses de tu singladura". Y su intuición masculina no le falló. La tarta de manzana seguía allí, sobre la mesa, esperando a que sus manos la atraparan con vigor y que su boca se la devorara con fruición.
La AEMET nos augura que hemos de encontrar viento del NW de fuerza 3 a 4, rolando pronto a componente Oeste. Marejadilla a marejada por la tarde. Le pregunto al Capitán, José García Caballero, cuál es su opinión de este diagnóstico, a la vista de lo que tenemos al empezar a navegar. Asegura que la marejada la vamos a tener antes, pues el viento ya lo encontramos de cara cuando estamos saliendo de la bahía y parece que ya sopla con alegría. Llegamos en poco tiempo al punto de coordenadas: 36º 34.99´´N/6º 43.42´´W en el que la Jefa de Campaña se dispone a participar en la operación de arriado del Perfilador de Velocidad, a una profundidad de 100.5 metros. Para dejar constancia del hito, se pone el casco blanco de Jefa y se hace tomar una foto que inmortalice el histórico momento, junto a Antonio Torres y Santiago Baluja. Ahí está, tan contenta, sabiendo que hoy puede ser un gran día, pues la planificación de los barridos geoacústicos nos permitirá, casi con toda garantía, cubrir la zona en la que el Diapiro de Chipiona está, previsiblemente, más cerca de la superficie. En consecuencia, podremos tener la oportunidad de comprobar si se producen escapes de gas metano, y si dichos escapes generan algún hábitat 1180. Con esta ilusión lanzamos el perfilador que nos dice que: en superficie hay 20.6 ºC y en profundidad 15.5 ºC (velocidad de propagación en superficie 1525.0 m/s; en el fondo 1509.92 m/s). "Casi invariable, en comparación con los días anteriores", asegura Antonio Torres Pascual, el técnico de Tragsatec que maneja el sistema. Nuestra estación meteo a bordo nos ofrece información complementaria: dirección del viento 88º; velocidad del viento 4.4 m/s, ráfagas de 5.6 m/s; presión atmosférica 22.7; humedad relativa 77.9 %; temperatura del aire 19.3º C; radiación solar 660.2 w/m2.
En anteriores prospecciones sísmicas en esta misma zona, hemos recogido datos suficientes como para demostrar que el diapiro subsuperficial que ahora estamos buscando, ha de tener alguna expresión superficial que se detecte con la TOPAS y la multihaz. Esta es nuestra misión ahora, pues de ello dependerá que, en la segunda fase de la campaña, podamos recoger muestras de sedimentos y de los ecosistemas bentónicos que se asienten en el lugar. Una de estas pruebas irrefutables es el perfil de Geopulse (un sistema de prospección sísmica que emite un pulso sonoro, generado por un electroimán, que penetra por debajo del fondo marino sin causar ningún efecto pernicioso en los ecosistemas marinos) que tomamos hace unos años, en el que se observa el abombamiento que se produce en los diversos reflectores acústicos, causado por el empuje vertical que realiza el diapiro.
Nuestras expectativas se iban a cumplir muy pronto. Llevábamos tres horas en la mar delante de los ordenadores. Mientras Luis Miguel Fernández Salas y Nieves López observaban la evolución de la mar, ante las explicaciones del Capitán, con el fin de prever alternativas para el caso de que durante la tarde la mar fuera a más, se escucharon unos gritos de aviso desde el pupitre de los ordenadores. Desirée Palomino parecía que había intuido algo en la geometría de los reflectores. Haciendo un gran esfuerzo sobrehumano elevó la voz para dar aviso a la Jefa de Campaña. A pesar de sus esfuerzos, el sonido de su voz no llegó más allá del oído derecho de Gerardo, que permanecía a su lado atendiendo la multihaz. Fue el propio Gerardo el que, percibiendo el tímido tono de voz de la madrileña, vociferó hacia el túnel del puente: "Reflectores deformados en la TOPAS". La sonda multihaz, sin embargo, no mostraba evidencias de ninguna irregularidad en la superficie del fondo. El Dr. Fernández Sálas bajó las escaleras rápidamente, observó la pantalla de la TOPAS y, tan perspicaz y experimentado como siempre, aseguró: "Esto es el Diapiro de Chipiona". La noticia recorrió el barco a la velocidad propia con la que se difunden las buenas noticias.
Aprovechamos para trazar una nueva línea, perpendicular a costa, que nos delimitara la extensión del diapiro hacia tierra y aguas afuera. Al finalizar los barridos recorrimos esta nueva línea que fue todo un éxito. Nuestra misión en esta zona estaba casi cumplida. Solamente nos queda completar el barrido en la cumbre del diapiro, donde su cima queda más cerca de la superficie del fondo, y estudiar en detalle los rasgos estructurales que nos permitan definir las posibles vías de escape de fluidos.
A la una de la tarde ya segregábamos litros de jugos gástricos como consecuencia de las emociones vividas desde la aparición del diapiro chipionero, pero que se veían incrementadas por los aromas que nos llegaban desde el interior del buque, donde se encuentra el laboratorio gastronómico de Milucho. Hacíamos apuestas por identificar la fuente del suculento olor, pero había quien jugaba con ventaja porque ya se había leído el menú: Bacalao al pil-pil, carne estofada y coliflor con pasas. De postre, un pedazo de sandía que parecía un balón medicinal de los que se utilizan para hacer pilates. Solamente le faltaban los pitorros. Es de imaginar que la tarde ya fue bastante más sosegada que la mañana. La contemplación diapírica en la pantalla nos producía un cierto relajo ocular que alguna aprovechó para dar una cabezadita en el sofá del gabinete que hay junto a los ordenadores. El sueño reparador hizo su efecto beneficioso y se despertó con ganas de comer caracoles. Creo que esta noche tocan, otra vez, caracoles en Nebraska.
Con 69.53 millas más en nuestro haber, regresamos a puerto con la satisfacción de haber culminado nuestra misión por hoy. La ayuda profesionalizada que nos ofrece permanentemente el Capitán y toda la tripulación, es muy de agradecer. El atraque se produce en el lugar de siempre y en compañía de las de siempre... ¡zás, zás,... pác, pác,... tatá...ratatá ...ratatatatá...!
(Publicado 10 Junio 2010)