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Campaña Chimeneas de Cádiz - Junio 2010 - IEO # Mensaje 8

La arboleda de la Alameda Apodaca amarada por las imponentes murallas de Cádiz. La fortificación, rematada con el Castillo de la Candelaria, se debe al periodo de Carlos III ©IEO

Martes, 8 de junio de 2010

Todas las previsiones del tiempo parecen apuntar a la entrada de una borrasca que permanecerá en la península durante los próximos dos días. Hoy, cuando nos hacemos a la mar, a las 08:00 horas, ya se empieza a notar el empeoramiento con un descenso de las temperaturas y un peor estado de la mar. Sospechamos que mañana puede haber fuerte viento de poniente que podría imposibilitar los trabajos a bordo. Por hoy, la AEMET nos augura viento del NW fuerza 4, rolando a W y marejada por la tarde. Nuestra estación meteo a bordo nos proporciona datos, no diagnósticos, pero nos resulta útil para nuestros estudios: dirección del viento 59.4º, velocidad del viento 8 m/s, ráfagas de 8.7 m/s, presión atmosférica 22.9, humedad relativa 79.6 %, Tª del aire 18.4º C, radiación solar 589 w/m2.

Navegamos a toda máquina hacia el punto de inicio de los perfiles, analizando los datos que hemos recogido hasta hoy, para así ir fijando los puntos de muestreo biológico y sedimentario. Dejamos a babor la arboleda de la Alameda Apodaca y el amurallado Castillo de la Candelaria, construido en la época de Carlos III, y nos dejamos mecer por el viento de poniente que ya se deja notar. Llegados al punto de inicio de los perfiles, 36º 34.71´N/6º 35.82´W, y a una profundidad de 63.2 metros, volvemos a bautizar el Perfilador de Velocidad: Tª en superficie, 21.15º C; Tª en profundidad, 15.1º C. Esto quiere decir que tendremos que aplicar la corrección de propagación de la velocidad de sonido a 1509.6 m/s en superficie y 1526.56 m/s en profundidad. Ahí vamos. Nos disponemos a correr la primera línea.

La emoción se palpa a flor de piel. ¿Hasta dónde alcanza el campo de gas somero?, ¿con qué unidades sedimentarias está relacionada la acumulación de gas?, ¿existen relaciones, aparentes, entre las acumulaciones de gas y las plumas de material expulsadas por el río Guadalquivir?, ¿existe alguna relación entre la tectónica diapírica y las vías de escape de gas?, ¿hay rasgos de fracturación reciente?, ¿neotectónica?, ¿podremos encontrar evidencias de antiguos cauces del río Guadalquivir en momentos de bajo nivel marino?..... etc. Las preguntas son muchas. Todos los investigadores coincidimos en señalar que nos encontramos en uno de los lugares más  intrigantes del Golfo de Cádiz para comprender las consecuencias de los cambios ambientales, a través de los depósitos submarinos generados por el río más caudaloso, y que más material aporta, de la región.

En la captura de pantalla de la sonda paramétrica (TOPAS), vemos aparecer señales que interpretamos inmediatamente como fenómenos geoambientales relacionadas con las evoluciones del cauce y los depósitos del río Guadalquivir, junto a procesos vinculados al dinamismo de la unidad diapírica que tantas alegrías nos está dando. La respuesta de la sonda es magnífica y a ello contribuye el hecho de que hayamos reducido un poco la velocidad de prospección, con el fin de mejorar la señal de recepción. En realidad podemos ver de todo lo que buscamos. En profundidad encontramos la cumbre del diapiro, bastante deformado, en cuyos bordes se han encajado los depósitos de antiguos aportes del río. La estratificación horizontal, ligeramente alabeada en los contactos con el diapiro, nos pone de manifiesto la existencia de un paleocauce sobre el que se ha edificado el depósito reciente del Guadalquivir. La serie sedimentaria superior, compuesta por varias secuencias, presenta acumulaciones de gas que enmascaran el depósito infrayacente. El efecto es esa superficie tabular (horizontal) que impide que la señal sísmica penetre en el substrato.

En la segunda captura de pantalla, los relieves soterrados son más evidentes. Comprendemos que se trata de una superficie fuertemente erosionada y fracturada (nótese la forma en la que finaliza hacia la derecha el nivel reflectivo, con algunos picachos, basal) sobre la que se han acumulado importantes depósitos que se acuñan hacia el Este (véase la pendiente de la superficie del fondo, como se inclina hacia la derecha de la pantalla). Se trata de los abanicos deposicionales del río que se construyen en función de la distancia que recorren los materiales inmersos en las plumas evacuadas por la desembocadura del río Guadalquivir. La teoría que tenemos, habrá que confirmarla con un análisis minucioso de los datos una vez que estemos en el Centro Oceanográfico de Málaga, es que las acumulaciones se producen en las zonas de mayor acumulación que, aparentemente, coinciden con las plumas de material. Según este modelo, las concentraciones de materia orgánica quedarían acumuladas con mayor profusión en las dos unidades progradantes que forman parte de la secuencia más reciente.

Tendremos que replantear algunos perfiles de los programados, a la vista de los resultados que estamos obteniendo. Lo que parece evidente es que el campo de gas es bastante más amplio de lo que imaginábamos, aunque la expulsión a la superficie se realiza de manera bastante más moderada de lo que habíamos supuesto. Esto es una resultado tranquilizador desde la perspectiva ambiental, pues evidentemente, una acumulación sin expulsión a la atmósfera de gas metano, es un riesgo sin peligrosidad en términos de calentamiento global. No olvidemos que el metano es el tercer gas "invernadero" de consecuencias más perniciosas.  Así que, cuanto más sellado se encuentre en los depósitos sedimentarios, mejor para nosotros. Otro problema ambiental sería que se pudiera liberar en el caso de que variase el nivel marino. Pero esto es otra historia en la que también estamos trabajando, pero en otro contexto científico. Ya lo contaremos en otra ocasión. Nuestro objetivo es ver la posibilidad de encontrar un hábitat 1180, que es el relacionado con los escapes de metano. Así que, una vez localizado el campo de metano subsuperficial, lo que toca ahora es analizar los puntos por los que puede escapar del fondo del mar.

Por hoy, es suficiente. Os dejamos ya con todo esto que hemos narrado y mañana os daremos cumplida cuenta de lo que hagamos, en función de las conclusiones que alcancemos en la discusión científica de lo que hemos hecho hoy. Para eso tenemos el hotel y las sesiones de ingesta compulsiva de caracoles que planean las dos investigadoras expertas en gasterópodos pulmonados. Permitirme, solamente, un par de renglones más para decir que hoy, Milucho, nos ha ofrecido, entre otras suculencias, una rosada rebozada con una ensalada de maíz con salsa de soja, que estaba de RECHUPETE....... y de postre, arroz con leche. Ya os digo que vamos a tener que ir a una clínica de adelgazamiento cuando finalice la campaña, pues no vamos a caber en la silla del despacho.

(Publicado 10 Junio 2010)

Captura de pantalla de la sonda paramétrica, en la que se observa el nivel basal fuertemente erosionado, sobre el que se desarrolla un depósito en cuña, con la pendiente hacia la derecha ©IEO
Cobertura realizada con los barridos de multihaz y topas durante los días que llevamos de campaña. Cada uno de los colores se corresponde con el área cubierta cada día ©IEO
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